8 consejos para evitar posibles intoxicaciones en verano por los huevos

Los huevos son uno de los alimentos con los que más cuidado tenemos que tener en verano, ya que un huevo en mal estado puede terminar provocando Salmonella, especialmente en verano con la subida de las temperaturas.

 

8 consejos para conservar y manipular huevos en verano

  1. No es necesario lavar los huevos. La cáscara es un excelente escudo protector natural. Es mejor revisar en busca de alguna grieta o rotura. En tal caso, hay que tirar el huevo roto.
  2. Respetar su cadena del frío y muy especialmente ahora, que nos enfrentamos a las altas temperaturas. Por eso, después de hacer la compra, es importante no dejarlos al sol o en lugares donde haga mucho calor.
  3. Los huevos camperos siempre en el interior de la nevera (no en la puerta) y en su propia caja. Haciéndolo así los protegemos de los cambios bruscos de temperatura que se producen al abrir y cerrar el frigorífico.
  4. Para evitar que se nos caigan trocitos de la cáscara dentro del recipiente y contaminar el interior del huevo, debemos cascar el huevo en el borde de un recipiente distinto al que vayamos a utilizar para batirlo. Por el mismo motivo, a la hora de separar la yema de la clara, es mejor no hacerlo con la propia cáscara, sino ayudándonos de una cuchara o un cuenco.
  5. El huevo es un alimento que puede cocinarse de muchas formas, una de las más sencillas es cocerlo. Ahora en verano hay muchos platos como el salmorejo o la ensaladilla que incorporan este alimento; por eso a veces, para ahorrar tiempo, cocemos los huevos y los utilizamos a medida que los necesitamos. Sin embargo, hay que ser cuidadosos con los tiempos de conservación para evitar problemas. En este sentido, un huevo cocido (si se ha cocinado fresco) puede conservarse en el frigorífico durante una semana, siempre que se mantenga con la cáscara. De hacerlo sin ella, lo recomendable es comerlo en el mismo día y mantenerlo refrigerado hasta su consumo.
  6. Por seguridad alimentaria, no debemos esperar más de dos horas para guardar un huevo cocido en el frigorífico una vez se haya cocinado, ni dejar platos sin refrigerar cocinados con huevo (en cualquiera de sus elaboraciones).
  7. Antes de cocinar los huevos debemos lavarnos bien las manos. Además, debemos asegurarnos de que las superficies y utensilios que vamos a utilizar están también limpios, tanto antes como después de manipularlos.
  8. Las altas temperaturas solo son necesarias a la hora de cocinar los huevos (para hervirlos, freírlos o cuajarlos). Al ser un alimento muy delicado no debemos dejarlo nunca al sol o expuesto a focos de calor, como, por ejemplo, cerca de una ventana o durante largas horas en el interior de un coche.

Fuente: 20 minutos

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