Raquel García y su granja de gallinas camperas Qualisova

Raquel García tiene 28 años y es la persona detrás de Qualisova, una pequeña granja de gallinas camperas situada en Castillazuelo, en la comarca del Somontano de Barbastro (Huesca). En este lugar tan tranquilo, alejado del ruido y la contaminación, Raquel cría a sus gallinas en libertad y cuida cada detalle para que sus huevos tengan ese sabor “como el de antes”.

En CAM Calidad Agroambiental tuvimos la oportunidad de encargarnos de la redacción del proyecto para la instalación de esta granja, algo que nos llena de orgullo porque refleja un modelo de producción muy auténtico y respetuoso con el medio ambiente. 

Además, recientemente el canal de YouTube de Aragón TV, “El campo es nuestro”, le dedicó un espacio en el que Raquel nos muestra su día a día y la dedicación que pone en Qualisova.

En el vídeo, Raquel explica cómo al principio no fue fácil hacerse un hueco en el mercado. Tardó en conseguir clientela, tanto que en alguna ocasión llegó a donar huevos para darse a conocer. Hoy la cosa ha cambiado, los huevos se venden prácticamente al instante y la producción está muy bien organizada para asegurar que las gallinas tengan siempre una alimentación natural y variada.

Por ejemplo, ella misma siembra hierba para que sus gallinas puedan picotear incluso en invierno, evitando que pasen frío o que les falte verde fresco. Hace poco sembró girasoles, y en verano recoge las pipas para que las aves las coman, algo que les cuesta al principio, pero luego disfrutan mucho. Las gallinas, dice Raquel, necesitan poder vivir como lo harían en libertad, salir al exterior, picotear piedras para ayudar a la digestión y darse baños de arena para limpiarse y desparasitarse.

Tradición familiar y apuesta por lo artesanal

Este trato cercano y natural hace que las gallinas estén más sanas y relajadas, lo que se refleja en la calidad del huevo. Raquel no oculta que cuando pierde alguna gallina, por ejemplo por un halcón, lo pasa mal porque es un animal al que dedica mucho cariño y atención.

También cuenta que siempre ha tenido una relación especial con las gallinas, algo que viene de su infancia y de la enseñanza de su abuela. De hecho, recuerda que incluso en casa las tenían dentro y les daban pan. Esa conexión familiar y la experiencia con las aves le animaron a crear Qualisova, una apuesta por lo artesanal y lo sostenible.

Para que las gallinas estén contentas, Raquel se pone un mono rojo, un color que las anima porque las gallinas son especialmente sensibles a ciertos colores como el rojo, el amarillo y el verde.

En la plaza del mercado de Barbastro, donde Raquel vende sus huevos, se ha dado cuenta de que mucha gente no sabe realmente qué diferencia hay entre las gallinas camperas, las ecológicas y las convencionales. Por eso, su proyecto también tiene un componente de educación para que la gente entienda cómo se crían estos animales y por qué el cuidado que reciben influye en el producto final.

Castillazuelo, con menos de 200 habitantes y rodeado por el río Vero, es un lugar que parece hecho a medida para este tipo de iniciativas. Su entorno natural y la denominación de origen Somontano, famosa por su vino y productos como el tomate rosa de Barbastro, dan a Qualisova un marco especial donde la tradición y el respeto por la tierra se sienten en cada paso.

Nos encanta que “El campo es nuestro” de Aragón TV haya dado voz a esta forma tan auténtica de trabajar la tierra y criar animales. En CAM Calidad Agroambiental estamos orgullosos de haber colaborado con Raquel para que este proyecto pueda seguir adelante con garantías y cumpliendo todas las normativas ambientales.

Puedes ver el reportaje completo en el canal de YouTube de Aragón TV aquí abajo.

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