¿Por qué algunas gallinas pierden sus plumas?

Si has visto alguna gallina con zonas sin plumas, seguramente te habrás preguntado qué está pasando. No siempre hay que preocuparse, pero tampoco es bueno dejarlo pasar sin mirar bien.

El plumaje cumple varias funciones. Protege del frío, del calor, del viento y de posibles golpes. También actúa como un buen indicador de bienestar. Cuando empieza a faltar o se ve deteriorado, es que algo está fallando. Lo importante es fijarse en cuándo ocurre, cuántas aves están afectadas y en qué zonas del cuerpo aparece la pérdida de plumas.

Cuándo es normal y cuándo no

La muda es uno de los motivos más habituales por los que una gallina puede perder plumas. Suele darse en otoño, cuando los días se acortan y el cuerpo de la gallina se adapta al cambio de estación. En ese momento reducen la puesta y renuevan parte del plumaje. Puede durar varias semanas y no necesita intervención, salvo asegurar una buena alimentación y evitar el estrés.

Fuera de ese periodo, hay que prestar atención. Si las calvas se localizan en una zona concreta, si hay muchas aves afectadas o si las plumas no vuelven a salir después de un tiempo razonable, conviene revisar otras causas posibles. Algunas de las más habituales son:

Alimentación desequilibrada

Cuando una gallina no recibe los nutrientes que necesita, su cuerpo da prioridad a lo básico. Si faltan proteínas, aminoácidos esenciales o vitaminas como la biotina o la B12, el plumaje lo nota. Esto puede deberse a un pienso mal formulado, o a cambios en la dieta que no han tenido en cuenta la fase productiva del ave. 

Por ejemplo, en la época de puesta necesitan más energía y nutrientes que en la recría.

Problemas de salud

Parásitos externos como piojos o ácaros pueden provocar un picor constante que lleva a la gallina a rascarse o arrancarse plumas. Algunas enfermedades dermatológicas o desequilibrios hormonales también pueden estar detrás. 

Además existen enfermedades de la piel que provocan picor e inflamación, por eso las gallinas se rascan y pierden plumas. Por ejemplo, una infección bacteriana puede hacer que la piel esté irritada y sensible. También hay desequilibrios hormonales que afectan el crecimiento del plumaje, como cuando una gallina está estresada o tiene una mala alimentación, lo que puede alterar sus hormonas y provocar caída de plumas.

Si además ves que cambian en la puesta o están más apagadas, es mejor consultar al veterinario.

Picaje entre gallinas

El picaje no siempre es fácil de detectar al principio, pero es una de las causas más frecuentes de plumas arrancadas. Puede deberse a varios motivos. El estrés, la falta de espacio, la competencia por el alimento o incluso una mala distribución de la luz pueden desencadenarlo. A veces también aparece por aburrimiento, especialmente en ambientes poco enriquecidos. 

Si quieres saber más acerca del picaje entre gallinas te recomendamos leer este artículo: ¿Cómo evitar el picaje el avicultura alternativa?

Qué hacer si aparecen gallinas peladas

Lo primero es observar. Fijarse si la pérdida es puntual o generalizada, si hay signos de picaje, si la zona afectada coincide con las zonas de roce (como alas o cloaca), o si hay cambios de comportamiento.

Después, revisar lo básico. ¿Tienen suficiente espacio? ¿El pienso está bien equilibrado? ¿Tienen siempre agua limpia y acceso fácil al comedero? ¿Cómo es la relación entre las aves del lote? A veces con pequeños ajustes se corrigen muchos problemas.

También es buena idea revisar el entorno. Una mala ventilación, una temperatura mal regulada o un exceso de luz artificial pueden alterar el ritmo natural de las aves. La sobreexposición a la luz, por ejemplo, puede aumentar el estrés y afectar tanto a la puesta como al plumaje.

Por último, si tras revisar todo lo anterior la situación no mejora, hay que valorar una revisión veterinaria. En algunos casos es necesario realizar un raspado de piel o un análisis de heces para descartar parásitos o alguna infección más seria.

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