Pocas veces un alimento ha pasado de ser criticado a convertirse en un imprescindible de una alimentación saludable. Durante décadas, el huevo estuvo envuelto en mitos sobre su impacto en el colesterol y la salud cardiovascular. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que su consumo es seguro y altamente beneficioso en una dieta equilibrada. Pero, ¿cuántos huevos se pueden comer a la semana? Vamos a verlo con detalle.
Lo que dice la ciencia
Los estudios actuales han dejado claro que consumir hasta siete u ocho huevos semanales no solo es seguro, sino que puede ser beneficioso. En poblaciones saludables, no se ha encontrado una relación directa entre el consumo de huevos y un aumento del colesterol o del riesgo de enfermedades cardiovasculares. De hecho, algunos trabajos sugieren que incluir huevos regularmente en la dieta podría mejorar la salud metabólica y la composición corporal.
Sin embargo, hay ciertos grupos que deben moderar su ingesta. En el caso de las personas con diabetes, algunos estudios han señalado que un consumo superior a cuatro huevos semanales podría asociarse con un aumento en el riesgo cardiovascular. Esto no significa que deban eliminarlo por completo, pero sí consumirlo con mayor moderación y dentro de una dieta equilibrada.
Beneficios nutricionales del huevo
El huevo es uno de los alimentos más completos que existen. Contiene proteínas de alto valor biológico, necesarias para la regeneración muscular y el buen funcionamiento del organismo. Además, es rico en vitaminas como la B12, D y A, esenciales para el sistema nervioso, la salud ósea y la función inmunológica. En cuanto a minerales, aporta hierro, zinc y selenio, fundamentales para diversas funciones corporales.
Otro aspecto destacable es la colina, un nutriente esencial presente en la yema que contribuye a la salud cerebral y al desarrollo cognitivo. Estudios han demostrado que una dieta rica en colina puede ayudar a mejorar la memoria y la función cerebral en general.
Además, el huevo es una fuente de antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, compuestos que protegen la salud ocular y pueden reducir el riesgo de enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad.
La mejor forma de consumirlo
El huevo es tan versátil que se puede preparar de muchas maneras: hervido, en tortilla, escalfado, al horno o a la plancha. Si bien freírlo en aceite de oliva sigue siendo una opción saludable, cocinarlo con menos grasa permite aprovechar al máximo sus beneficios nutricionales sin sumar calorías innecesarias.
Para evitar riesgos de intoxicación, es importante cocinar bien los huevos y asegurarse de su correcta conservación. Si se van a consumir crudos o poco cocidos, como en algunas salsas o batidos, es recomendable utilizar huevos pasteurizados para reducir el riesgo de salmonelosis.
Un consejo adicional es optar por huevos de producción responsable, donde las gallinas hayan sido criadas en condiciones adecuadas. Esto incluye los huevos ecológicos y los de gallinas camperas, que provienen de aves con acceso al exterior y una alimentación más natural, lo que favorece su bienestar y puede influir en la calidad del huevo.
En nuestro blog tenemos un apartado dedicado exclusivamente a hablar «Sobre el Huevo«, donde profundizamos en temas como el etiquetado, los diferentes tipos de producción y cómo elegir la mejor opción según tus necesidades.
Entonces ¿huevo sí o no?
La ciencia respalda que los huevos pueden formar parte de una dieta saludable sin preocupaciones. Su contenido nutricional y su asequibilidad lo convierten en un alimento excelente para personas de todas las edades. Como en todo, el equilibrio es fundamental: disfrutarlos con moderación dentro de una alimentación variada es la mejor manera de aprovechar sus beneficios sin riesgos.
Así que, si te apetece un huevo al día, puedes hacerlo sin culpa.