El huevo es uno de los alimentos más consumidos en los hogares españoles y europeos. Sin embargo, ¿cuánto sabemos realmente sobre su producción, etiquetado y valor nutricional? En el marco del Día Mundial del Huevo, la Organización Interprofesional del Huevo (INPROVO) ha lanzado un reto en tres países europeos: España, Francia y Hungría, para evaluar los conocimientos de los ciudadanos sobre este producto tan versátil y nutritivo.
Con más de 10.000 participantes entre los tres países, los resultados revelan un panorama interesante sobre lo que sabemos (y no sabemos) acerca de los huevos. En España, la participación ha sido especialmente destacada, duplicando la cifra respecto al año anterior.
A continuación, comentamos estos hallazgos y te damos algunos consejos para que puedas sacar el máximo provecho de este alimento tan completo.
1. ¿Qué nos dicen las etiquetas de los huevos?
Una de las principales preguntas que se plantearon en el reto lanzado por INPROVO fue si los consumidores saben interpretar el etiquetado de los huevos. El 70% de los encuestados en España afirmó saber leer correctamente las etiquetas y distinguir entre huevos de gallinas ecológicas, camperas o en sistemas de suelo.
Pero, ¿por qué es importante entender esta información? Cada huevo tiene un código impreso que comienza con un número (0, 1, 2 o 3) seguido por las letras que indican el país de origen. Estos números nos informan sobre el tipo de cría:
- 0: Gallinas criadas en producción ecológica
- 1: Gallinas camperas (con acceso al aire libre)
- 2: Gallinas criadas en suelo (sin jaulas, pero en un espacio cerrado)
- 3: Gallinas en jaulas
Tip: si buscas un huevo más sostenible y con mejor calidad de vida para las gallinas, elige los huevos con los códigos 0 o 1.
Si quieres aprender más sobre el marcado de huevos te recomendamos leer estos tres artículos:
¿Qué huevos deben marcarse con el código de productor?
¿Cuál es el objetivo de la nueva norma de comercialización de huevos?
2. ¿Sabías que no deberías lavar los huevos antes de guardarlos?
Uno de los puntos que más sorprendió a los encuestados fue el tema de la seguridad alimentaria. Aunque el 65% de los participantes sabía que no es recomendable lavar los huevos antes de almacenarlos, muchos aún tienen dudas sobre esta práctica.
Los huevos tienen una capa protectora natural llamada cutícula, que sella los poros de la cáscara y evita que las bacterias, como la Salmonella, penetren en el interior. Si lavas los huevos, esta barrera se elimina, lo que aumenta el riesgo de contaminación.
Consejo: si necesitas limpiar un huevo, hazlo justo antes de cocinarlo y utiliza un paño seco o ligeramente húmedo. No uses agua fría, ya que esto puede facilitar la entrada de bacterias.
3. El huevo como fuente de vitaminas
Más de la mitad de los encuestados (55%) reconocieron algunos de los beneficios nutricionales del huevo, destacando su alto contenido en vitaminas A y D. La vitamina A es esencial para la salud ocular y el sistema inmunológico, mientras que la vitamina D es clave para la salud ósea, ya que ayuda en la absorción de calcio.
Dato interesante: un huevo de tamaño mediano aporta aproximadamente el 15% de la ingesta diaria recomendada de vitamina B12, que es muy importante para el funcionamiento del sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos.
4. ¿Qué tan sostenible es la producción de huevos en Europa?
A pesar de los avances en sostenibilidad, solo el 39% de los encuestados supo que en los últimos años se han optimizado los sistemas de producción en las granjas, reduciendo la cantidad de alimento necesario para las gallinas y, por ende, el impacto ambiental. Las granjas modernas han incorporado prácticas más eficientes que contribuyen a que el huevo sea uno de los alimentos con menor huella de carbono.
Además, elegir huevos producidos en granjas que priorizan el bienestar animal y la sostenibilidad también puede influir en la calidad nutricional del huevo que consumes.
Para fomentar el conocimiento sobre la producción y el valor nutricional del huevo, INPROVO ha lanzado la campaña «Los Juegos del Huevo» en colaboración con organizaciones de Francia y Hungría. Esta iniciativa busca educar a los consumidores, especialmente a los jóvenes, sobre la importancia de una dieta saludable y la sostenibilidad en la producción de alimentos.