En las últimas semanas se han comunicado algunos focos aislados de influenza aviar (H5N1) en España. Aunque los casos están totalmente controlados, sirven como recordatorio de la importancia de mantener activas las medidas de bioseguridad.
La experiencia del sector demuestra que la prevención diaria es el método más eficaz para evitar riesgos y garantizar la estabilidad de las explotaciones, tanto convencionales como camperas o ecológicas.
¿Qué es la influenza aviar?
La influenza aviar es una enfermedad vírica que afecta a aves domésticas y silvestres. No es nueva en nuestro país ni en Europa, pero cada cierto tiempo puede reaparecer, sobre todo durante los movimientos migratorios.
En otoño y primavera, millones de aves silvestres atraviesan la península en sus rutas naturales. Algunas pueden portar el virus sin mostrar síntomas, lo que incrementa el riesgo de contacto con aves domésticas, especialmente en granjas al aire libre.
Esto no significa que haya peligro, sino que es momento de reforzar rutinas básicas: controlar accesos, limpiar, desinfectar y revisar las condiciones de las instalaciones.
Las autoridades sanitarias mantienen activa la vigilancia epidemiológica y, en colaboración con el sector, aplican protocolos eficaces de detección temprana.
Medidas reforzadas en Castilla y León y Madrid
Según ha informado AviAlter, se han reforzado las actuaciones de control en zonas de Castilla y León y Madrid.
Los Servicios Veterinarios Oficiales aplicaron de inmediato las medidas previstas por el Reglamento Delegado (UE) 2020/687, centradas en la limpieza, la desinfección y el control de accesos a las explotaciones ubicadas dentro de las zonas restringidas.
Estas acciones se desarrollan dentro de los programas rutinarios de vigilancia y sirven para mantener la trazabilidad y el control sanitario sin afectar al ritmo normal del sector.
La bioseguridad en el trabajo
La bioseguridad forma parte del trabajo diario en cualquier explotación aviar. Su objetivo es evitar la entrada o salida de agentes que puedan afectar a la salud de las aves.
AviAlter y la European Rural Poultry Association (ERPA) recuerdan algunas medidas básicas que ayudan en el manejo diario:
- Controlar el acceso de personas. La entrada debe estar bien delimitada y solo pueden acceder quienes intervienen directamente en la cría, siguiendo el protocolo de acceso sanitario.
- Separar las especies. No deben criarse palmípedas y gallináceas en la misma unidad de producción, ni entrar en contacto con otras aves.
- Proteger la alimentación y el agua. Los parques exteriores no deben tener puntos de alimentación o bebida descubiertos que puedan atraer aves silvestres.
- Mantener la limpieza. Lavar las manos, cambiar de ropa y calzado al entrar y salir, y desinfectar el material que se use en la nave.
- Vigilar el entorno. En caso de riesgo de gripe aviar, se recomienda mantener las aves en el interior y reducir el acceso de pájaros salvajes al entorno.
Mantener la bioseguridad no es complicado, solo requiere constancia y sentido común. Aplicarla cada día es la mejor forma de cuidar a los animales y proteger el trabajo de quienes viven del campo.